La bota walker es una de las férulas ortopédicas más solicitadas para la recuperación de
lesiones del pie. Su función es contener una extremidad inferior en casos de esguinces,
fracturas u otras lesiones que requieran suplementar el apoyo e inmovilizar la zona.
Ofrece una inmovilización firme, permitiendo caminar gracias a su peso ligero y suela
antideslizante en forma de balancín. La suela absorbe los impactos en el talón y mejora el
patrón de marcha.
El Walker ortopédico es una bota que puede cubrir hasta el tobillo o la rodilla y que permite al
paciente caminar, pese a tener el pie o la pierna completamente inmovilizados. Estas botas las
aconsejan también tras una cirugía, para que el miembro inferior esté protegido.
A nivel de recuperación, los walkers destacan por permitir acelerar el periodo de recuperación
de las lesiones y, de esta forma, evitar una mayor pérdida de tono muscular muy frecuente
después de períodos largos de inmovilización.
Todo esto es posible ya que las botas ortopédicas walkers permiten una retirada parcial para
rehabilitar más adecuadamente la musculatura y por la posibilidad de utilizar un walker
articulado y aplicar grados de movimiento.
Por otro lado, si la lesión lo permite, con la bota walker es posible realizar una carga directa o
parcial, desde el momento de su adaptación, gracias a su suela de balancín con piso
antideslizante.
Como su definición técnica indica, el walker es una prótesis muy funcional, tanto para el
paciente como para los profesionales que supervisan el tratamiento, únicamente aporta
ventajas frente a las escayolas.
A diferencia de las escayolas de inmovilización, si la patología lo permite, es posible la retirada
parcial del walker para la higiene, para dormir o para acceder a la cura de heridas y permitir su
drenaje.
Por lo tanto, funcionalidad, comodidad y facilitar la higiene para el usuario, son unas muy
potentes ventajas de un walker respecto a las escayolas de inmovilización.
Este tipo de ortesis lo podemos clasificar de diferentes formas:
Por su longitud: largos o cortos
Por su articulación: articulados con control de flexo extensión o fijos
Por su estructura: Bivalvos o con dos tutores laterales.
Por sus características: que incorporen neumáticos o no
¿Qué diferencias hay entre un walker corto y un walker largo?
Lo más indicado habitualmente es que la bota walker corta se utilice para lesiones que afecten
al pie y la bota walker larga está más indicada para lesiones en tobillo, tibia y/o peroné.
Como complementos para estas botas ortopédicas existen cuñas de altura con retirada gradual
para las lesiones de Tendón de Aquiles o musculatura posterior y también fundas para poder
caminar con él cuando llueve sin que se moje el pie o para el interior del domicilio.
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